Muchas personas han tenido que seguir trabajando durante el confinamiento, para que el resto de la población pudiera quedarse en casa. Son los trabajadores, empresarios y autónomos de los llamados “servicios esenciales”; pero no todas actividades han recibido el mismo reconocimiento. Hoy queremos poner en valor el importante papel de los estancos de España, especialmente en estos últimos meses.

A veces olvidados entre los héroes que han ayudado a que esta pandemia pase de la mejor forma posible hasta que llegue una solución, los estanqueros también han tenido que modificar sus rutinas profesionales para dar respuesta a la gran demanda del público y seguir colaborando en su labor social. Conviene recordar, en primer lugar, las impresionantes cifras de la actividad económica que generan: más de 13000 puntos de venta en España, que suponen más de 25000 empleos y 9000 millones de euros en impuestos recaudados el pasado 2019.

La decisión del Gobierno de considerar a las expendedurías de tabaco un servicio esencial, allá por el mes de marzo, garantizó la venta legal del tabaco, evitando el incremento del mercado negro, a la vez que promovía una actividad económica vital para la financiación del Estado.

Sin embargo, los medios de comunicación en su gran mayoría han obviado el difícil día a día de los estanqueros, autónomos que han estado al frente de sus negocios para cumplir sus obligaciones, a pesar de que muchos de ellos tenían, como todos, miedo al contagio o incluso factores de riesgo como la edad o patologías previas. No tuvieron opción, ya que al no estar obligados a cerrar, tampoco podían acogerse al permiso retributivo.

Los estancos de España

Aunque todos los estancos de España, en mayor o en menor medida, se han visto afectados por esta crisis, han seguido al pie del cañón cumpliendo un servicio que va mucho más allá del abastecimiento de tabaco: tarjetas prepago, recarga de móviles, tarjetas de transporte, material de oficina e incluso importantes servicios como el envío de dinero a familiares en el extranjero, cuando el resto de comercios estaban cerrados.

Lo que el sector sí agradece es el reconocimiento del cliente, no solo por haber seguido vendiendo sino por hacerlo con una sonrisa, siempre ejerciendo con un excelente trato humano, que en estos tiempos de falta de contacto social cobra un significado especial.

Ibermax se suma a este agradecimiento y quiere trasladar un mensaje de ánimo a todos estos grandes profesionales y sus familiares de los estancos de España. Junto a sanitarios, trabajadores del sector alimentario, cuidadores y limpiadores, fuerzas de seguridad y todos aquellos que han seguido desarrollando su actividad para poder superar esta situación tan delicada. Todos son sin ninguna duda, héroes sin capa.